Informações:

Sinopse

  «Siendo renacidos, no de simiente (semilla) corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre» (1 Pedro 1:23) Jamás te emocionarás con la Palabra de Dios hasta que entiendas que no es sólo una colección de promesas inspiradas por Dios. Es una fuerza viva que conlleva en sí misma el poder para hacer que esas promesas se hagan realidad en tu vida. ¿Te es difícil creerlo? No debería serlo. Puedes observarlo en el mundo natural todo el tiempo. Si yo pusiera en tu mano una semilla de tomate y te dijera que dentro de esa pequeña semilla yace el poder para producir un tallo mil veces más grande, para producir hojas, raíces y tomates rojos, no tendrías ningún problema para creerlo. ¿Cierto? Sabes por experiencia que aunque esa semillita no parezca una fábrica de tomates, de alguna manera, en la atmósfera correcta, llegará a serlo. Jesús nos dijo que la Palabra de Dios obra de acuerdo a ese mismo principio: hay un poder milagroso dentro de ella. Es una semilla que, u